Se entiende por catarsis “efecto que causa la tragedia (el teatro) en el espectador, al suscitar y purificar la compasión, el temor u horror y otras emociones”. De modo que estaríamos hablando del teatro como terapia, haciendo uso de este arte no solo para disfrutar sino para mejorar como personas.
La integración del teatro como herramienta para los psicólogos es algo novedoso y audaz, pero que sin embargo, cuenta con una amplia aceptación en el sector y buenos resultados. Esta técnica consiste en que los pacientes se convierten en protagonistas de la obra y durante el desarrollo de la misma se busca un trabajo de introspección y manifestación de nuestros sentimientos.
Es así como los participantes llegan a expresar sus emociones interpretando papeles y logran conocerse más así mismos durante el proceso. Algunos de los caminos puede ser la representación de diversos personajes que encarnen las diferentes facetas de las emociones humanas. De esta manera emociones que nos pueden costar mostrar públicamente como llorar o enfadarse se vuelven más familiares y nos ayuda a naturalizarlas.
La terapia teatral puede resultar muy positiva y lograr grandes avances en el ámbito personal a quien la práctica. Algunos de sus beneficios son: mejora de la autoestima, aceptación de las diferentes emociones, perdida de timidez y aumento de confianza, fomento de la creatividad, superación de algún evento traumático o adquisición de soltura a la hora de relacionarse. También puede ayudarnos con aspectos más sencillos como colaborar en nuestra confianza, hacernos reír y desconectar, jugar y disfrutar del arte clases de interpretación.
En definitiva, el teatro fuera de su reconocido valor artístico tiene muchos beneficios al alcanza de cualquiera dispuesto a intentarlo. La teatro-terapia o catarsis es uno de ellos y nos ayuda a tomar conciencia de nosotros mismos desde una perspectiva más divertida, creativa y natural.